jueves, 8 de junio de 2017

Hay veces que hay que parar...







Hay veces que hay q parar, observar, cambiar de ritmo, desprenderse de la vorágine que gobierna nuestro tiempo y conquistar la quietud y el silencio.

Cuando paras, solo lo haces tú, tu alrededor está repleto de movimiento, todo sigue su curso. Es como cuando te pones en pie en un rio y empiezas a notar en tus pantorillas la fuerza de la corriente, pues antes tumbada boca para arriba simplemente fluia al mismo ritmo que el agua, yendo con ella sin percibir nada más que el dejarse llevar. Y ahora, aquí me levanto por unos segundos y siento esa fuerza de la corriente que me arrastra día  tras día, minuto a minuto y lo noto porque resisto.

Paso segundos, minutos de pie resistiendo, y me canso... decido tumbarme de nuevo, flotar y dejarme llevar...  en el frescor de las aguas del rio.

Cierro los ojos, los oidos tapados por el agua, y disfruto de la maravillosa sensación de que todo se hace sin hacer nada.

-Noelia Mujer Elefante-

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